A raíz de la posibilidad de poder elegir la vacuna, previa firma de un consentimiento informado, se han generado muchas dudas sobre que implica la firma de este tipo de documentos.
Se trata de un documento habitual ante el inicio de tratamientos médicos u operaciones quirúrgicas que suponen riesgos para nuestra salud. Se trata de que el médico o clínica puedan probar que nos han informado de esos riesgos y que nosotros hemos aceptado las posibles consecuencias de ese tratamiento al que nos sometemos.
Ello no se traduce en que el médico, o centro médico, puedan eludir toda responsabilidad por el mero hecho de que hayamos firmado un consentimiento informado.
Para que el consentimiento informado sea válido ha de dar información correcta y en un lenguaje comprensible para el paciente, y aún así, nunca exime de la responsabilidad por negligencia médica.
Todos los expertos nos aseguran que es mejor vacunarse que no hacerlo, fuera de esto, en pocas cosas se ponen de acuerdo. Una vez que hemos decidido vacunarnos, hasta ahora no teníamos ninguna decisión que tomar, ahora se presenta una elección en la vacuna de grupos de trabajadores esenciales menores de 60 años.
En este caso, la firma del consentimiento es imprescindible para que pongan la segunda dosis de la vacuna. Además existen recomendaciones de la EMA (Agencia Europea del Medicamento), que muy probablemente no van a estar reflejadas en ese consentimiento, pero que pueden justificar la elección de una vacuna concreta frente a otra, y también hay que tener en cuenta que solo permiten elegir la vacuna de la segunda dosis, la primera fue impuesta por sanidad, sin posibilidad de elegir. Todo ello nos lleva a que si, andando el tiempo, resultasen efectos secundarios graves, derivados de la inoculación de la vacuna, el haber firmado este consentimiento informado no va a impedir la posibilidad de reclamar frente a quien consideremos responsables: EMA, servicios de salud, compañía fabricante, etc.
Como veis no hay que tener miedo a firmar ese consentimiento sobre la vacuna del covid, ya que no va a limitar nuestros derechos, sobre todo porque si los expertos no conocen las posibles consecuencias adversas de ponerse la vacuna, difícilmente pueden informarnos de ellas. En otros casos, si no tenéis claro que implica la firma del consentimiento informado, siempre podéis pedir una copia y pedir una cita con nosotros que os explicaremos los riesgos que asumís con la firma de ese documento concreto.